Hicimos un recorrido por cuatro lagos, obviamente uno de ellos este gran lago que produce encantamientos.
Nos dirigimos en automóvil por el lado opuesto del lago con respecto a la ubicación de nuestra cabaña, o sea por el norte.
Primero nos detuvimos al encontrar una playa excelente que se produce en unos de los brazos del gran lago, cerca de lo que sería una bahía. La playa casi virgen, natural, ningún centro comercial cerca, para disfrutarla a pleno como lo hicimos, bañándonos en sus aguas frías.
Luego retomamos el camino para dirigirnos a una villa en la que estuve una noche de mochilero antes de caminar hasta otro lago que hoy visitaría.
Allí llegamos después de varios kilómetros bordeando el lago por un lado y por el otro el pie del sistema montañoso que lo acompaña.
Llegamos a "el cruce", centro comercial por excelencia que brinda al turista todos los servicios, pero como uno de los objetivos era llegar a "la villa", inmediatamente al final de la calle principal doblé intuitivamente para tomar la calle que nos dejaría en una bahía.
Recuerdo claramente en este instante que tuve una corazonada mientras iba por esta calle para llegar a la villa.
Hace doce años esa calle la recorrí a pie y de noche con mi par de amigos mochileros y al llegar al final fue poco lo que pudimos apreciar por la oscuridad reinante, pero ya me parecía que ese lugar encerraba un misterio, después tuvimos que volvernos hasta el camping que quedaba en "el cruce", con lo cual siempre me quedó sin apreciar y sentir su magia.
Como mi corazón latía muy fuerte desde que comencé andar el camino y delante mío iba un solo automóvil, detrás ninguno, tomé nota de su patente para registrarlo aquí como presagio de lo que iba a suceder minutos mas tarde. No alcanzaba a divisar sus ocupantes pero la patente del automóvil era AAH 733.
Mientras registraba mentalmente la numeración y mas me acercaba a la villa, mi corazón mas fuerte latía, era un signo que algo sucedería.
Bajamos del automóvil y comenzamos a caminar el lugar hasta llegar a la bahía en el cual hay un muelle de madera.
Al subir al muelle ya estaba dándome cuenta de la magia y de los deseos cumplidos de encuentro.
Camino unos cuantos metros sobre el mismo y realmente recibí un flechazo en el corazón al verla ahí a ella, a la naturaleza de la cual mi ser infinito está totalmente enamorado. El sol que alumbraba con sus rayos rojizos sobre mi visión verde del entorno de vegetación en las montañas y del agua en su inmensidad, conformaban la magia del instante y del lugar. Sexto día inolvidable.
Luego continuamos camino para llegar a los otros tres lagos que nos faltaban.
Doce kilómetros mas adelante de la villa llegamos a ver dos de los lagos y elegí el que yo había estado con anterioridad acampando.
Encontré el árbol que nos había cobijado de mochileros y me dirigí a la playa, donde nos bañamos, también de aguas muy frías.
Estuvimos una hora y seguimos camino, ahora de ripio.
Un camino de película, entre árboles y montañas, bordeando casi siempre algún lago.
A veces el camino dejaba paso para un solo automóvil y entre pendientes abruptas de subidas y bajadas, fuimos despacio y con precaución, lo que nos hizo más placentero el viaje.
Llegamos al cuarto lago, nos detuvimos para volver a bañarnos, pero en este lago si que el agua estaba helada. Lo único que nos mojamos fueron los pies.
Como era el último lago que nos proponíamos conocer en el día de hoy y como era temprano, nos dispusimos a pasar un buen rato.
Tomamos mate, jugamos con las niñas, fumé pipa y disfrutamos del paisaje imponente.
Nuevamente pequeños placeres que nos ofrece la vida para que la disfrutemos, imposible que nuestra razón humana imponga condiciones frente a deseos de gozo de nuestro ser interior, mas aún cuando nuestro corazón palpita pidiendo ser escuchado, como una alarma encendida que nos avisa que alguna cosa buena sucederá.
A lo mejor nos preguntamos: ¿no será mucho?, la respuesta es: nunca es demasiado cuando algo no se puede medir. Nuestros seres son inmensos, infinitos. El estar enamorado produce felicidad. Ejercitar el verdadero amor hace que seamos totalmente felices.